La falta de perdon produce amargura en el alma, en el corazon y a veces culpamos a Dios. Debemos vivir en un constante perdon.

La falta de perdon produce amargura en el alma, en el corazon y a veces culpamos a Dios. Debemos vivir en un constante perdon.

Como decision debemos perdonar 70 veces 7.

Si vivimos sin falta de perdon nuestras oraciones son incompletas.

Nuestra alma enferma si vivimos en amargura y el cuerpo enferma.

El alma prosperada se ve reflejada en salud.

Sabemos que hemos perdonado cuando el suceso que causo la amargura ya no causa nada en nosotros.

La amargura nos aparta de la fe. Nos enferma el alma y el cuerpo.

Perdonando podemos evitar vivir en amargura y en enfermedad.

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